Retro y veloz

El fabricante inglés Morgan reinventó su “cycle car”, que fue un ícono de los primeros tiempos del automovilismo. Fusión de tecnología y nostalgia.


El Morgan 3 Wheeler es la resurrección del viejo triciclo o auto de tres ruedas inspirado en la estética de los aviones de la Segunda Guerra Mundial. La curiosa fusión de tecnología y nostalgia que practica Morgan adapta el diseño antiguo a los nuevos tiempos con un motor de inyección directa que cumple con las normativas de emisiones, una caja de cinco relaciones de origen Mazda y un chasis tubular reforzado que ofrece una muy buena protección al conductor y acompañante.


La arquitectura es la misma que hace 60 años pero el motor de dos cilindros en V y 1.800 cm3 ha sido desarrollado especialmente por S&S. Al igual que en los triciclos originales, el propulsor se encuentra a la vista, colocado antes del eje delantero. Desarrolla 115 CV de potencia que se transmiten a la rueda trasera mediante una correa dentada. La carrocería con forma tipo sidecar es acompañada por dos largos caños de escape en ambos lados.
Está realizada en aluminio, lo que ayuda a contener el peso del vehículo y además es muy aerodinámica. Con estas características, puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima cercana a los 185 km/h.
Este simpático auto “retro” se ofrece en ocho colores y es decorado de manera artesanal con motivos de aviación de la Segunda Guerra Mundial, mientras que los escapes y el motor, están pulidos para realzar su aspecto. En tanto, el interior posee terminaciones en cuero y hay una larga lista de opcionales. El precio inicial está en torno a los 30.000 euros.
El nacimiento de una leyenda
A principios del siglo XX, la compañía fundada por el ingeniero Harry Morgan (Morgan Motor Company) fue una de las precursoras durante los primeros tiempos del automovilismo, tras fabricar un vehículo de tres ruedas que con el tiempo se convertiría en un ícono. Al comienzo se trató de un ‘cycle car’ al que bautizaron Morgan Runabout. Tenía el aspecto de un auto, pero contaba con motor de una motocicleta.
A pocas semanas de su lanzamiento en el Olympia Motorcycle Show de Londres en 1910, el cyclecar incursionó en el automovilismo de competición cosechando varios galardones e inclusive batiendo algunos récords en el autódromo de Brooklands. En sólo tres años y antes de que estalle la primera Guerra Mundial, el Morgan ya había obtenido 24 medallas en distintos triales.
Sin embargo, la victoria más importante la alcanzaría en Cyclecar Grand Prix de Amiens, en France, donde el piloto McMinnies y su navegante Frank Thomas, superarían con el “triciclo” a varios oponentes que competían con autos de cuatro ruedas.












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